Son muy ligeros, materiales porosos con mucha menor conductividad térmica y capacidad de almacenamiento de calor que otros refractarios. La norma ASTM los clasifica en grupos, el 16, 20, 23, 26 y 28. Fuera de la norma también hay disponibles comercialmente el grupo 30, 32 y 33. Suelen ser usados como camisa de seguridad y con un elevado poder aislante, se pueden usar en la cara caliente si no van a estar sometidos a choque térmico, abrasión, corrosión o erosión por metales fundidos o escorias.