Son elementos que en realidad se componen de una parte metálica y otra cerámica para la sujeción de fibras cerámicas. Hay que tener en cuenta que la cerámica, en general, no puede soportar mucha carga. La parte metálica es necesaria para soldarla a la chapa interior del horno y la cerámica para llegar a soportar las temperaturas que el metal no puede al perder sus propiedades mecánicas, o que sencillamente en algunos casos llegarían a fundirse. Hay una amplia gama de formas para anclajes (según sea su uso), dimensiones, calidades,… Aquí podríamos considerar por ejemplo las cupelas cerámicas (o cuplocks) que sirven como arandela para cubrir los anclajes metálicos de cremallera, los anclajes cerámicos (también llamados muñecos cerámicos) para soportar la instalación de masa plástica (por ejemplo en paredes y bóveda de horno de laminación) u hormigón,…